¿Cuántas veces has comprado o le han regalado a tu bebé unos juguetes caros, pero el bebé se ha fijado sólo en la caja? Esto es porque hay un consumo que no es real, al bebé no le hace falta regalos caros y que además están hecho de materiales plásticos.
Cuando vas a comprar un regalo es muy importante elegir el sostenible, mejor incluir el criterio ecológico en tu compra.
Los juguetes ecológicos no solo ayudan el medio ambiente, además promueven sensaciones y estimulaciones más tranquilas por su ausencia de luces y fuertes sonidos.
¿Por qué elegir juguetes ecológicos?
Uno de los materiales sostenibles que existen en el planeta es la madera. También es uno de los elementos en los que se pueden hacer los mordedores. Normalmente, éstos se fabrican de madera y caucho natural, madera y ganchillo o, madera y silicona alimentaria.
Son materiales seguros para los más pequeños, pero también libres de tóxicos.
Esta es una de las razones por las cuales se eligen juguetes ecológicos, aunque en realidad hay más razones de peso:
- Duran más.
- Se limpian fácilmente.
- Estimulan los sentidos del bebé.
Si acostumbramos a los niños a disfrutar con este tipo de productos, les educamos sin esfuerzo en valores ecológicos
Nuestros mordedores ecológicos para bebés están elaborados con madera procedente de bosques con certificación FSC (Forest Stewardship Council, el Consejo de Administración Forestal), un sello que garantiza la correcta gestión de recursos forestales.
¿Por qué enseñar sobre educación ambiental desde la infancia?
Es importante enseñarles con el fin de que sigan el camino de la sustentabilidad y se interesen por el cuidado del medio ambiente.
Además del término cambio climático, escuchamos con frecuencia otras palabras como desarrollo sostenible o concienciación ambiental.
En este sentido, la educación ambiental es una forma de enseñanza que tiene por objetivo que los niños y niñas tengan conciencia ambiental, asuman valores que protejan el medioambiente y aprendan ecología.
Es importante enseñarle desde edad temprana con el fin de que el resto de sus vidas sigan el camino de la sustentabilidad y mantengan un interés permanente por el cuidado del medio ambiente.
Esto con el objetivo de no solo dejar el tema de la protección medioambiental en el marco de lo teórico, sino que participen de forma activa para ser agentes de cambio.
Que desarrollen un pensamiento crítico firme acerca de temas ecológicos, y tengan las herramientas que les permitan enfrentar los problemas ecológicos participando en la solución.
En 2017, una investigación realizada por la Universidad de Stanford a niñas y niños de edad escolar primaria hasta preparatoria; reveló que incluir la educación ambiental como parte del programa académico trae beneficios a largo plazo.
Estos benecidios están relacionados con el conocimiento adquirido, cambio de actitud y consciencia respecto al cuidado ecológico y habilidades obtenidas para aplicarlas en buenos hábitos ecológicos.
Por otro lado, al analizar estudios científicos publicados entre 1994 y 2013 en diferentes revistas de divulgación científica como en el Journal of Environmental Education y Environmental; se llegó a la conclusión de que el comportamiento ecológico mejoró de forma significativa en el 83% de los jóvenes que participaron en los estudios.
Nuestros valores
Nosotros somos muy fieles a los valores: Reducir, Reciclar y Reutilizar.
Ahora te explicamos el porqué.
- Reducir: no comprar más de los necesario. Hacer un ejercicio de contención a la hora de comprar juguetes a los niños, puede ser complicado, pero es la mejor forma de cuidar el planeta y también inculcar en los pequeños este tipo de valores. Una buena idea es apostar por la calidad frente a la cantidad o el tamaño. Cuando son muchas las personas que tienen que regalarle, por ejemplo, a tu hijo, procura advertirles y guiarles para controlar la cantidad de juguetes que finalmente recibe el niño.
- Reciclar: cada cosa en su contenedor. Cuando tirar un juguete es la única opción, es importante no arrojarlo en cualquier contenedor y preocuparse de desecharlo de forma adecuada y cuidadosa para facilitar su transformación y evitar la contaminación en el proceso.
- Reutilizar: donar a otros niños. Revisa con cierta frecuencia los juguetes de los niños. Es importante para comprobar su buen estado para evitar emergencias domésticas que pueden ser muy peligrosas. Además, detectaras juegos que por edad o intereses ya no son prácticos para tus hijos y es el momento de buscarles nuevos dueños. La reutilización de juguetes exige que los juguetes sean de calidad y estén bien hechos para que puedan usarlos muchos otros niños.
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